WASHINGTON/Xinhua
El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció la entrega de mil millones de dólares en asistencia para Ucrania, mientras que el secretario de Estado, Antony Blinken, realizó una visita sorpresa a Kiev para mostrar su apoyo.
El Departamento de Estado expresó que el nuevo paquete incluye una reducción adicional de hasta 175 millones de dólares en armas y equipos de los inventarios del Departamento de Defensa. Lo que es notable entre las funcionalidades de este paquete se encuentra la munición de uranio empobrecido de 120 mm para los tanques Abrams, según una lista publicada por el Pentágono.
Es la primera vez que Washington envía a Kiev este tipo de munición, que es radiactiva. La asistencia también incluye componentes del sistema de defensa aérea, sistemas de lanzamiento múltiple de misiles guiados para HIMARS, municiones y sistemas de comunicaciones, publicó el Departamento de Estado. Estados Unidos también comprometió 100 millones de dólares a través del programa de Financiamiento Militar Extranjero del Departamento de Estado para apoyar las necesidades a largo plazo de Ucrania en ese sector, dijo el departamento.
Tras los recientes escándalos de corrupción en el Ministerio de Defensa de Ucrania que provocaron el reemplazo del ministro de Defensa del país, Estados Unidos también proporcionó una financiación de 203 millones de dólares «para apoyar la transparencia y la rendición de cuentas de las instituciones, reforzando los esfuerzos de reforma clave relacionados con la lucha contra la corrupción, el Estado de derecho y el sector judicial», dijo el Departamento de Estado.
Por primera vez, EE.UU. transfirió en este paquete de ayuda 5,4 millones de dólares que confiscó a los oligarcas rusos «para apoyar la reintegración y rehabilitación de los veteranos» en Ucrania; una transferencia de activos que fue autorizada por el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, en mayo. El anuncio anterior se produjo el mismo día que Blinken realizó un viaje no anunciado a Kiev en muestra de apoyo, lo cual representó la visita de más alto perfil de un funcionario estadounidense a Ucrania desde la del presidente Joe Biden en febrero.
