Somos casi 8 mil millones de personas en el mundo y cada una es diferente y especial, aunque a veces no lo veamos así. Es que Dios es el rey de la creatividad y nos creó como personas originales, con diferentes talentos, dones y características. Cada uno de nosotros siempre será un ser individual, diferente e irrepetible.
Entonces, ¿por qué a veces pensamos que debemos ser como otra persona? ¿Por qué nos lamentamos y pensamos que nuestra vida sería mejor si fuésemos como aquel amigo, aquel líder o aquella estrella del deporte, el cine o la música? ¿Por qué pensamos que somos del montón o que somos menos?
No envidies a nadie, ni trates de ser una copia. Disfrutemos y apreciemos la maravilla de que Dios nos hizo especiales. No solamente en colores, estaturas y rasgos, sino también en cuanto a los talentos y dones que nos dio.
Don significa “regalo”. Toda habilidad, talento y aptitud que alguien tenga es un don de Dios, es un regalo y es totalmente gratuito e inmerecido, por lo que nadie debe vanagloriarse de tenerlos. Sin embargo, Dios los puso en toda persona, de manera diferente, así que tú eres un ser único.
Cuando una persona viene a Cristo, además de sus talentos “naturales”, recibe dones espirituales de parte de Dios. Una vez equipada así, la persona puede cumplir con poder su misión y destino dentro de la voluntad de Dios.
Dios te da esos talentos y dones dependiendo la tarea especial que te asignó. Todos los creyentes tenemos tareas generales que hacer, pero hay una tarea especial que Dios te asignó y para eso te equipó.
El problema es que a veces no sabemos cuáles son los talentos y dones que Dios nos dio y no los usamos a su máximo potencial o no los usamos para el fin primordial para el que nos fueron dados.
¿Qué hacer? Tres cosas:
- Descubre. Es muy posible que tengas talentos naturales que no has descubierto, simplemente porque no los has practicado. Asimismo, es muy posible que no sepas cuales son los dones espirituales que Dios te dio, o porque no los conoces o porque no te has atrevido a practicarlos. Te voy a dar un tip para descubrir tus talentos y dones: tienen que ver con lo que te gusta.
- Desarrolla. Una vez que los descubras, desarróllalos. Roma no se hizo en un día y la excelencia en los talentos y dones tampoco. Hay que tener disciplina para estudiarlos y practicarlos, hasta lograr que fluyan de manera natural y aceptable.
- Aplícalos. Hay dos áreas en los que los puedes aplicar:
- En tu vida personal, lo cual te va a facilitar la vida y te va a redituar en beneficios y satisfacciones de todo tipo.
- En tu vida ministerial, que es, finalmente, para lo que Dios te creó. Vas a poder entrar totalmente a la visión y misión de Dios para tu vida. Vas a dejar de ser un simple espectador en el Reino, para ser un protagonista. Tal vez tu nombre no figure nunca en los libros de historia, pero ten por seguro que va a figurar con letras de oro en el libro eterno del Señor.
Naciste en la fecha, lugar, familia y características exactas que Dios diseñó para ti. Para este tiempo has llegado.
Pastor Jorge Cupido
@jorgecupidoqro
EL SELLO
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Domingos, 11.30 am
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