Ana Lilia Álvarez Constantino, Consteladora familiar, Biodescodificadora de síntomas y enfermedades, Psicoastróloga, escritora y poeta; con todos estos atributos fue interesante acercarnos a ella y conocer la forma de trabajar sobre todo en estos días de confinamiento por la pandemia que nos afecta a todo el mundo.
Escribo desde que aprendí las primeras letras, mi madre, abuela y un tío me leían historias que llenaron de fantasía mi mente; yo soñaba con poder escribir algún día cuentos como los que escuchaba”, cuenta que en algunas ocasiones creaba diálogos a partir de las imágenes de los libros infantiles que su madre me compraba, pues este don viene de su madre quien también leía, cantaba y declamaba.
Inquieta, innovadora y siempre atenta para crecer en lo personal e intelectual, Ana Lilia en su infancia y adolescencia obtuve primeros lugares en los concursos de Declamación de la escuela; dice así fue naciendo y creciendo su amor por las letras. “Por lo general, escribo sobre experiencias personales o experiencias de la gente a mi alrededor”, dijo.
Agrega que el mundo emocional es muy vasto y el arte en general sirve para poder expresarlo, cuando una emoción o vivencia no alcanza a ser expresada como Ana Lilia necesita, sabe que es el momento de escribirla. “Aunque suene trillado, escribo al amor, en todas sus modalidades y estilos, me inspiran más los temas de pareja o familiares”.
Ha descubierto la necesidad de envolver sus letras en erotismo, misticismo y quizá hasta mitología.
Desea poder expresar las profundas pasiones del alma humana, sus infinitos recovecos en los que se entretejen historias de amor y sus puntos intermedios, deseo expresar la grandeza de la vida, del ser, la belleza de la naturaleza y los misterios del Cosmos en cada pequeña célula de un ser humano y su esencia.
Actualmente está creando su primer libro, cuando esté listo desea compartirlo, pues asegura se ha sentido muy cómoda al expresar lo que siente en esta obra en la que el escritor Martín Enrique Mendívil Cortés ha sido su asesor. “Ha sido un bálsamo de paz poder decir lo que hay dentro de mí a través de la literatura”.
Ana Lilia vislumbra un futuro gozoso, anhela seguir disfrutando lo que ama hacer, escribir y hacer terapia psicológica. Al ser psicóloga también ve que una disciplina nutre a la otra; la psicología y la literatura se hermanan para curar el alma. “La palabra (oral o escrita) es sanadora, la ocupo a diario en las terapias que doy y también al escribir”.
Para concluir dijo que es amante de las letras, del sonido de una palabra, las rimas o los mensajes metafóricos en un poema o en una consulta psicológica. “La palabra es un don de dioses que nos fue otorgada para intentar tocar el cielo sin ser eternos. La palabra nos puede acercar a la trascendencia del ser, por eso escribir es mi propia terapia y mi placer más disfrutable”.