Ana Sofía Baidon es una joven con gran pasión y perseverancia, y un ejemplo de dedicación. Hoy en día, se está esforzando para lograr una doble titulación en neurociencia y en biología por parte de Dalhousie University (Halifax, Canadá).
Queretana por nacimiento y crianza, Sofía se embarcó a sus 19 años hacia Canadá, mudándose a la ciudad de Halifax, en la provincia de Nueva Escocia. Este viaje inició con la idea de tomar un año sabático (entre la preparatoria y la universidad), para aprovecharlo en estudiar fotografía y artes plásticas. Sin embargo, una vez allá, no tardó en conocer a gente que estudiaba en Dalhousie, quienes le comentaron que la universidad tenía un programa en neurociencia, que inmediatamente le fascinó, pues le daba la posibilidad de estudiar el comportamiento animal a través de un aspecto fisiológico.
“La aplicación fue como en cualquier otra Universidad. Aunque el estándar académico ha sido más desafiante”.
Con Dalhousie University, Sofía tiene la oportunidad de tener como Alma Mater a una de las U15 (como se denominan a las quince mejores universidades de investigación en Canadá), con programas intensivos en dos carreras que la apasionan. Pues, no satisfecha sólo con el programa de neurociencias, a mitad de la carrera, notó que una de las partes que más le interesaba era el componente genético del comportamiento, lo que la impulsó a estudiar simultáneamente biología.
Y es debido a su fascinación con la genética, que ha enfocado su carrera entorno a las adaptaciones genéticas que se observan en poblaciones de especies para lidiar con las presiones ambientales. Con esta pasión por el estudio genético, su meta profesional es continuar investigando el grado en que la genética tiende a influenciar cambios en el comportamiento de los animales para adaptarse mejor a diferentes situaciones.
“Mi programa es muy difícil e incomparable con mi experiencia académica previa.”
La exigencia académica, el vivir en un país extranjero con largas temporadas de un frío incomparable al de México, y el estar lejos de su familia han sido algunos de los retos que Sofía ha superado para seguir cultivándose y avanzar hacia su meta profesional. Sin embargo, también pudo encontrar confort en el hecho que Halifax es dominada por estudiantes y jóvenes, por lo que estudiar en esa ciudad ha sido acogedor para ella.
Sin duda, su motivación, empeño, perseverancia y el apoyo de sus familiares y amigos no le han permitido desistir ante los retos a los que se ha enfrentado, y que son parte de los desafíos de estudiar arduamente en un país diferente al propio.
“Mi experiencia estudiando lejos ha sido un reto académico, pero el principal ha sido difícil tener que estar lejos de mi familia. Vivir sola en otro país por un programa intensivo ha sido desafiante. Afortunadamente, y a pesar del tiempo que llevo lejos, tengo el apoyo incondicional de mi familia y amistades que han superado pruebas de tiempo y distancia.
Espero graduarme pronto para poder unirme al campo de investigación de una manera en que pueda tener más libertad para enfocarme en lo que me apasiona”.
