Paty Narváez se describe como una persona inquieta, muy trabajadora, persistente, tenaz y amorosa, pero también posee un toque muy visible de picardía, travesura y relajo, que no le impiden tener una consciencia muy clara de dónde está parada.
Cualidades que, sin duda, le han servido en su papel como dirigente de la Secretaría Municipal de la Mujer de Corregidora, impulsando sus servicios a un nuevo nivel gracias a su vitalidad, empuje, experiencia trabajando con grupos y asociaciones de mujeres y, por supuesto, su entregado equipo de trabajo.
Una transformación
Paty Narváez también vivió el cambio de Instituto a Secretaría, la primera en el estado, una transformación que conllevó muchos retos para innovar lo que ya estaba establecido, para engrandecer los que ya se tenía y acercar aún más los programas a todas las mujeres de Corregidora.
Todo ello con un objetivo muy claro:
“Caminar junto con todas las usuarias que llegan a la Secretaría porque todas nos fortalecemos unas a otras, somos una gran comunidad, estamos transformándonos unas a otras y viendo con más claridad la parte como mujeres y cómo podemos transformarnos a nosotras”

Trabajar para ellas
Desde su ingreso al Instituto, durante la primera administración de Roberto Sosa, Paty llegó con mucho entusiasmo, deseos de transformar y de hacer, los cuales no se han debilitado y la han ayudado a enfrentar las paredes y obstáculos de la realidad con la creación de nuevos caminos, forjando amistades con personas que han contribuido en la transformación de las mujeres y aprendiendo de ellas.
“Cuando llega alguna mujer con casos muy difíciles sentimos esta sensibilidad de decir: vamos con ella, vamos a apoyarla, no la vamos a dejar, no están solas, están con nosotros, que cuentan con un aparato de la Secretaría de la Mujer, con seguridad pública y que todas estamos ahí para ayudarlas”
Actualmente la Secretaría Municipal tiene redes de apoyo fortalecidas, para que las mujeres puedan asistir a terapias grupales, terapias psicológicas y, muy importante también, puedan impulsar que las mujeres generen una economía propia, empoderen su bolsillo, tengan fortaleza y seguridad. En este sentido, se ofertan 32 talleres de tres meses cada uno para aprender desde mecánica y plomería hasta defensa personal y bisutería.
Asimismo, desde hace cuatro años se instaló el Corredor artesanal los viernes y sábados para que mujeres trabajadoras puedan dar a conocer sus negocios sin cobro alguno y el único requisito de darse de alta en la Secretaría. Actualmente se instalan 300 mujeres en el corredor, pero en sus filas han pasado 1 200 trabajadoras que se han beneficiado de este espacio.
“No saben los casos de éxito que hemos tenido, muchas ya se instalaron, ya están en sus propios negocios, otras ya las llaman porque unas venden gorditas, tlayudas, guajolotes, infinidad de cosas que hacen las mujeres riquísimas y de ahí las contratan para eventos” – comentó.
Para conocer todo lo que ofrece la Secretaría, se puede visitar su página de Facebook donde publican todo los cursos, talleres y campañas que realizan durante el año, como la detección oportuna de cáncer de mama, limpiezas dentales, por su puesto atención psicológica y otros programas completamente gratuitos.
Dignidad, calidez y seguir sumando
Finalmente, Paty comenta que su meta al finalizar su periodo al frente de la Secretaría Municipal de la Mujer de Corregidora es dejarla fortalecida, con un reglamente más robusto, con muchas oportunidades y herramientas para que las mujeres puedan elegir qué quieren trabajar en su vida, seguir con un trato humano, que las mujeres sean recibidas con la atención que merecen, el respeto que merecen, con mucha calidez y cariño.
Porque una de las claves del éxito de la Secretaría es, según Paty Narváez, el calor humano y la sensibilidad del personal, desde las abogadas y psicólogas debidamente preparadas para atender casos de violencia y dar atención psicológica a mujeres que están pasando por una depresión, casos de ‘nido vacío’ o ansiedad; hasta las personas que llevan a cabo los talleres o que cuidan las instalaciones. Todas forman un equipo de 21 personas con la camiseta bien puesta, un gran compañerismo incomparable y el objetivo en común de combatir y erradicar la violencia hacia la mujer.