Marcela Herbert es una mujer con una gran trayectoria artística, con gran amor por lo que hace, con un apoyo y acompañamiento sin igual por parte de toda su familia, y con un enorme agradecimiento por todas las oportunidades y todas las maravillosas e inigualables experiencias que la vida le ha otorgado por ser pintora.
El inicio
Desde que era niña ya tenía un gran amor por el dibujo y la pintura, que era único en su familia, que no había tenido una herencia de apreciación artística. Marcela nos cuenta que, lo que más le gusta del arte es el color, sus lenguajes, las propuestas, las composiciones, todo en general, pues son expresiones humanas.
Sin embargo, no inició su carrera profesional como pintora, sino que decidió estudiar Arquitectura en la Universidad La Salle (una carrera que tenía similitudes con la pintura y el dibujo), porque aún no estaba convencida de dedicarse completamente a la pintura. Aun así, la vida la encaminó a su verdadera vocación, en Nueva York pudo estudiar en la escuela The Art Students League, en Monterrey tomó un diplomado en Historia del Arte en el Museo de Arte Contemporáneo y, finalmente, cursó la carrera de Artes Plásticas en la Universidad Autónoma de Querétaro.
Las oportunidades que ha tenido
A lo largo de su carrera artística ha participado en numerosas exposiciones colectivas, ha presentado varias exposiciones individuales y ha tenido buen reconocimiento en varios concursos. Todo esto lo ha logrado gracias a todos los aprendizajes que ha tenido, a la disciplina que se ha impuesto para trabajar continua y arduamente, y a la inspiración que le han dado la vida, su familia e hijos. Eso sí, una figura que aparece recurrentemente en sus obras es el árbol, y esto se debe a que, para ella, son un reflejo como ser humano, “donde los veo que comparten, dan sombra, son maravillosos, sus colores y sobre todo que nos dan oxígeno, creo en una conexión con la naturaleza” – comenta.
En otra faceta, Marcela fue Directora del Museo de Arte de Querétaro de 2007 a 2015, gracias a pequeñas y significativas casualidades, por ese tiempo ella daba clases en el Museo de la Ciudad, y recibió la invitación para concursar por la dirección del MAQRO, con un proyecto para el mismo museo. Ella resultó la ganadora, y gracias a ello aprendió lo maravilloso que es el trabajo en equipo con personas que aman lo que hacen, se hizo de grandes amigos y encuentros al conocer a nuevos artistas, sus propuestas innovadoras, y a personas que aportan a la cultura y desean preservar el patrimonio queretano.
El que fuera maestra de artes también fue algo que le presentó la vida, debido a todos sus estudios con diferentes maestros, fue adquiriendo mucho conocimiento, y un día la invitaron a dar clases, algo que no ha dejado de hacer, pues está en un colectivo de la Anáhuac, pintando murales con estudiantes de diferentes carreras. Sin embargo, sus clases con niños también le gustan en verdad, porque ellos no tienen los prejuicios o ideas preconcebidas que se van construyendo los adultos. Esa falta de prejuicios le ha permitido a Marcela dar clases a niños con alguna incapacidad, porque ella no hace diferencias y le gusta trabajar con todos.
Y una de las mejores oportunidades que ha tenido por ser artista fue hacer una residencia en los Países Bajos. Marcela primero había aplicado por una pasantía en Suiza, pero no fue seleccionada. Curiosamente, por esos momentos conoció al pintor Canuto Pani y a su hijo, quienes tienen una residencia en los Países Bajos, para la que aplicó, lo logró y adquirió toda una nueva visión. Estuvo en el país europeo por todo un mes, en el que sólo se dedicó a pintar y a conocer museos, tuvo toda una nueva experiencia que iba de la mano con el descubrimiento de la cultura neerlandesa.
El presente
Conociendo el largo camino que ha recorrido y las muchas obras que ha expuesto en diferentes partes del mundo, agradecemos que traiga a Querétaro una nueva oportunidad de apreciar sus obras, con la exposición colectiva “Gynes, Cartografía de la Estética Femenina”, por el 32° Aniversario del Museo de Arte de Querétaro MAQRO,inaugurada virtualmente el 24 de septiembre del presente año; ésta tendrá duración hasta enero de 2021. Marcela fue invitada a participar junto a más de otras 80 mujeres artistas, una ocasión por la que se siente muy agradecida, no sólo porque vuelve a un suelo conocido, sino por estar trabajando al lado de otras grandes mujeres.
El tener una exposición que sea solamente con autoras femeninas es una oportunidad que rara vez aparece, y debe aprovecharse que se hayan reunido a tantas excelentes artistas para apreciar su devoción al arte.