Gustavo Villegas es un artista de tiempo completo, apasionado por crear nuevas obras en las que pueda verter sus propios cuestionamientos, formador de pintores, alentador de sus alumnos y una persona satisfecha por el camino profesional que ha transitado.
Transitando hacia el camino deseado
En la familia de Gustavo no había artistas visuales, músicos o literatos, por lo que su gusto por la pintura y los colores es una fascinación personal que creció con él, que fue nutriendo con cursos de pintura desde que era pequeño.
De hecho, fue este gusto por los colores y el diseño el que lo llevó a estudiar la carrera de Diseño Gráfico (aunque Arquitectura también era una posibilidad). Carrera que ejerció en una agencia de diseño por varios años, eso sí, a la par que trabajaba, seguía asistiendo a clases de pintura.
Cuando tuvo la oportunidad presentarse en sus primeras exposiciones, el experimentar y saborear esa experiencia se convirtió en una necesidad tan grande que, en 2006, decidió renunciar a su trabajo en la agencia de diseño gráfico (aunque su madre, en un primer momento, estaba preocupada por esta decisión, pues él tenía una buena paga y un buen puesto) para dedicarse de lleno al arte.
Ser artista no es sólo sobre el arte
Si bien se dedica mayormente a la pintura, Gustavo también ha incursionado en la fotografía, la escultura y la instalación; pero, en general, le encanta el poder crear desde su imaginación, conceptualizar una idea y plasmarla en el lienzo en turno. Eso es algo que, para él, no tiene igual. Pues, a diferencia de buscar la satisfacción de un cliente (como diseñador gráfico) ahora tiene la posibilidad de hacer obras mucho más personales, de resolver sus propios cuestionamientos y, en ocasiones, de lograr que los espectadores se sientan conectados con ellas.
Sin embargo, también se ha dado cuenta de la importancia que tiene la parte administrativa (la cual no disfruta mucho, pero es necesaria) para darle un plus a su obra. En ese sentido, cree que su experiencia como diseñador le ha sido de gran ayuda, pues le brindó muchas herramientas para entender sobre la venta de obra y el marketing. Por otro lado, también es muy importante cuando se trata de dar legitimidad a su obra, pues debe tener a la mano papeles oficiales y una carpeta de trabajos si desea ingresar a concursos o aplicar para residencias y becas.
El ser aceptado en residencias u obtener buenos resultados en becas y concursos son pequeños incentivos que lo alientan, además de ser confirmaciones que su obra está yendo por un buen camino.
Impulsando a nuevos artistas
Gustavo Villegas, a la par de su producción, ha dado clases particulares a personas que apenas van conociendo el mundo de la pintura y a pintores un poco más experimentados. En un esfuerzo por impulsarlos, cada dos o tres años busca generar una exposición para los alumnos, darles ese objetivo por el que pueden trabajar y esforzarse.
Él explica que Los periodos de exposición, son muy valiosos, porque todos puedan trabajar desde su mirada y experiencia en el tema elegido en esa ocasión. De hecho, del 9 de julio al 17 de agosto de 2021, en Nuqleo, estará en presentación ‘Añora’, una exposición colectiva en la que participan 40 artistas con más de 70 obras al óleo.
Estas exposiciones colectivas le han permitido aprender junto a sus alumnos, asimismo, se emociona al ver cómo, quienes no se creían capaces de acabar un cuando, lo logran; para él es una gran satisfacción que ellos aprendan sobre los procesos de montaje, prensa y cóctel, y puedan tomar el protagonismo de las exposiciones.
Para finalizar, Gustavo expresa que son valientes los artistas que participan en este tipo de eventos, en especial porque las primeras exposiciones son de mucho nerviosismo y un poco de desconfianza hacia uno mismo y su obra; pero el proceso es bonito, porque logran generar grupos de amigos que se apoyan mutuamente, generando interesantes resultados.