jueves, marzo 28, 2024

Entrevista a Doris Luna, dedicación al bienestar de los niños y las familias

Doris Luna es una mujer que nunca dudó en que su meta sería ayudar a los más pequeños. Con un fuerte sentido de responsabilidad, de atención y de profesionalidad ha dedicado años de su vida a mejorar la calidad de vida de sus pacientes y, por consiguiente, también la tranquilidad de los padres y la familia. 

Egresada de la Universidad del Valle de México, obtuvo su licenciatura en Medicina Física y Rehabilitación, obteniendo su especialidad en Ortopedia y Traumatología en el Hospital Shriners y también la especialidad en Atención Temprana y Neurodesarrollo, así como una certificación en Kinematic Taping Pediátrico. Pero aun con estas credenciales, tiene el firme compromiso de seguir capacitándose de forma constante. 

Entonces, ¿a qué se dedica?

Doris Luna es fisioterapeuta pediátrica, y hoy cuenta con una clínica llamada FisioKids, la primera en Querétaro especializada en pediatría, atendiendo a bebes con días de edad hasta niños de 7 años. 

En FisioKids atiende a bebés que necesitan de alguna intervención temprana de neurodesarrollo, que presentan un factor de riesgo neurológico o por ortopedia y traumatología, como bebés con displasia de cadera, con PEVAC, malformaciones óseas, tortícolis congénita, con secuelas de mielomeningocele o con escoliosis. 

Igualmente trabaja con niños de etapa prescolar, referidos de las escuelas, porque tienen problemas para permanecer sentados, chocan o se tropiezan constantemente o los docentes notan que su desarrollo motriz o de aprendizaje no va a la par con sus compañeros.

Y, sin duda, atiende fracturas, esguinces, lesiones deportivas o lesiones por quemaduras, así como toda la parte de rehabilitación prequirúrgica, en caso de que se necesite fortalecer caderas o tobillos (por ejemplo) para que puedan operarse; e igualmente la parte posquirúrgica, para fortalecer el cuerpo, recobrar movilidad y masa muscular del paciente pediátrico.

¿Cómo debe de ser un fisioterapeuta pediátrico?

Para Doris Luna, lo primordial es ser honesta con los papás sobre el diagnóstico, el pronóstico, hasta dónde pueden llegar y si puede trabajar con sus hijos o no (en la fisioterapia pediátrica, explica, no se trata sólo del conocimiento, sino de trabajar en conjunto con los padres para sacar adelante al paciente, por lo que fisioterapeuta y papás deben estar en sintonía). Ella explica que se necesita de una relación de respeto, honestidad y empatía con los familiares para que los avances sean favorables y 100% satisfactorios. 

Pero tampoco puede ser una profesional preocupada sólo por el ‘qué hacer’, porque el ‘cómo hacerlo’ es igual de importante. Esto significa, lograr que los pacientes pediátricos lo pasen bien en la terapia en medida de lo posible, porque son niños. 

Ellos deben de aprender de una manera positiva, y tiene que ser a través de las risas, las sonrisas, las sesiones que sean lo más alegre posible

Por estas razones ella cree que un fisioterapeuta pediátrico debería ser persona amigable, sonriente, alegre, que tenga un tono de voz cálido, pero que sepa ser firme para que los niños sigan las indicaciones en la terapia y, sobre todo, que tenga amor y vocación por la pediatría.

La satisfacción de cambiar vidas

Para Doris es muy grato saber que su trabajo puede ser una intervención positiva incluso en niños con días de nacidos que presentan factor de riesgo neurológico, porque su labor ayuda a prevenir lesiones neurológicas y daño cerebral. 

También apoya en que bebés prematuros que fueron internados en UCIN, a pesar de que no contaron con una estimulación de contacto cercano con la mamá, tengan los hitos del desarrollo sensomotor de acuerdo a la edad que debería. Orgullosamente puede decir que ha trabajado con bebes de 30 o 31 semanas que logran gatear a los nueve meses o caminar al año, sin ninguna secuela neurológica. 

En general, para ella es muy grato y muy satisfactorio tener la posibilidad de ayudar a esta población, de atender de manera personalizada a cada paciente, de ver su crecimiento físico, motor y sensorial, y darse cuenta que la fisioterapia a tiempo sí puede hacer la diferencia, mejorar la vida del paciente y cambiar su entorno familiar. 

Para la fisioterapeuta pediátrica Doris Luna la meta es clara:

Que sean niños felices , que -en la clínica- les puedan ayudar a mejorar su calidad de vida, a ser lo más autónomos posibles y mejorar la vida de cada uno de sus pacientes a través de la fisioterapia

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