sábado, septiembre 14, 2024

El distraído – Jorge Cupido

Unos 500 años antes de Cristo, el pueblo de Judá estaba aún cautivo en Babilonia. Nehemías era un judío que había ascendido en su carrera social y política. Era el copero del rey, un puesto de extrema confianza, y era también un fiel creyente que se conmovió al enterarse del lamentable estado de Jerusalén. Cuando clamó a Dios, el Señor le mostró que su misión era reconstruir los muros de Jerusalén, e igualmente hizo que el rey le apoyara. El saber que estamos haciendo lo que Dios quiere que hagamos nos dará su respaldo y la confianza necesaria para enfrentar los retos y los problemas.

Dios ha planeado cosas para que las hagamos todos los creyentes en general, pero también ha planeado cosas específicas para que solo tú las hagas y sus planes siempre son para el bien del Reino, pero también para tu bien. No debes restarle importancia a tu parte en sus planes, por pequeña que te parezca a ti.

Entonces Nehemías se va a Jerusalén y comienza la obra. Después de días de gran esfuerzo y trabajo, la tarea había sido completada.

Ahora bien, la misión se completó porque Nehemías no se distrajo con nada, estaba enfocado en su tarea. Y vaya que distracciones no le faltaron. Veamos tres:

  1. La posición social y económica. Aunque él tenía una alta posición, no lo distrajo ni la consideró más importante que la misión que Dios le había dado. Él no renunció a esa posición, más bien la utilizó para cumplir la tarea que Dios le dio. Usó su influencia y sus recursos para ello.

Dios dijo: “Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra” (Colosenses 3:2). No es que dejes tus negocios o a tu familia, es que uses tus recursos para darle prioridad a lo que Dios te pida que hagas, porque eso te bendecirá aún más y bendecirá al mundo.

  • Desde que llegó a Jerusalén, varios se dedicaron a burlarse, a esparcir rumores falsos y a agredirlo. Trataron por todos los medios de distraerlo y de detener el proyecto. Pero Nehemías no se distrajo. Dejó en manos del Señor a estos personajes que vieron frustrados sus deseos. Que ningún adversario atrape tanto tu atención como para distraerte y detener la misión que Dios te encomendó. 
  • Los pequeños distractores. Había gente que quería que se distrajera de la obra para que atendiera sus intereses particulares. Hoy en día los pequeños distractores se llaman el celular, el internet, la televisión, las diversiones y los compromisos sociales, entre muchos otros. No es que no tengas esas actividades, sino que no deben ocupar el tiempo y el esfuerzo que le corresponden a la obra de Dios.

A diferencia de Nehemías, hubo otro hombre que fue llamado por Dios a una misión, pero se distrajo y no la cumplió. Se llamaba Sansón. Las distracciones de Sansón fueron diferentes a las que enfrentó Nehemías. Para él las distracciones fueron las mujeres, las fiestas, la ira y la fama.

Tú tienes una misión particular que Dios diseñó para ti, de acuerdo con los talentos naturales y dones espirituales que Él te dio, así que, lo primero que tienes que hacer es preguntarle al Señor cual es esa misión tuya. Lo segundo que tienes que hacer es ponerte atento para evitar las distracciones. Tres cosas debes hacer para vencer las distracciones:

  1. Identifica cuales son las cosas que te distraen a ti. Tu vida diaria es bombardeada por diversas distracciones y cualquiera de ellas puede hacer que te apartes del plan perfecto de Dios para tu vida. Así es que será mejor que comiences conociéndolas y reconociéndolas.
  • Enfócate en la misión que Dios te dio. Nehemías no tenía una mente dividida. Cuando pones tu atención prioritariamente en el plan de Dios, tu mente permanece fija en la tarea, sin importar las distracciones y dificultades.
  • La perseverancia en tu vida de oración. Nehemías oró y Dios le reveló su misión, oró y el rey le dio las facilidades y recursos, oró y el pueblo se unió a su tarea, oró y los planes de sus enemigos fueron frustrados, oró y pudo terminar su tarea. Si sigues su ejemplo Dios puede y va a hacer grandes cosas en ti, por ti y a través de ti.

Lo que vale la pena es la labor de Jesús, porque es lo único que te dará paz y contentamiento en esta tierra y la dicha permanente en la eternidad.

Pastor Jorge Cupido

@jorgecupidoqro

jorgecupido@hotmail.com

EL SELLO

@ElSelloQueretaro

Domingos, 11.30 am

San José 498, Col. Carrillo Puerto, a 100 m. de Av. 5 de Febrero

Querétaro, Qro.

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