La educación de nuestros hijos abarca muchas cosas de las cuales debemos estar al pendiente. Es indispensable favorecer cada área de desarrollo del ser humano para lograr un equilibrio armónico en la vida. Las áreas de desarrollo son: Física, Intelectual, Lingüística, Emocional, Social y Espiritual. Como padres tenemos la mejor herramienta para impulsar a nuestros hijos a un óptimo desarrollo, y que muchos lo han desperdiciado en el paso de los años: EL AMOR. Si en nuestra casa el amor está presente cuando guiamos a nuestros pequeños, e impregnamos con nuestro ejemplo a nuestros hijos de actitudes amorosas, seguramente ellos aprenderán a dar amor a los que les rodean. Una persona tiene por naturaleza la capacidad de recibir y dar amor, el amor es donación; es solo cuestión de decidirlo, pero también de aprenderlo, de vivirlo. Como padres podemos encauzar esa capacidad en cada actividad del día, en cada plática, en cada celebración, en cada minuto.
Esto se puede hacer de diferentes maneras, por ejemplo en las mañanas, empieza tu día amoroso y despiértalos con un beso… el día dependerá de la actitud con la que nos levantemos de la cama. Primero agradezcamos a la vida por un día más, y entremos en acción poniéndole corazón en todo momento. A veces, a los padres nos toca hacerla de despertador… les prendemos la luz del cuarto, les hablamos, les quitamos las cobijas, hay muchas maneras de hacer que se despierten y se levanten de la cama; sin embargo, en ocasiones cuando nos despertamos quisiéramos quedarnos más tiempo acurrucaditos porque nos faltó sueño, o porque tenemos frío, y lo mismo le pasa a nuestros hijos. La diferencia para un gran despertar la puede hacer un simple detalle: un beso de mamá, o papá. Nunca será lo mismo un despertar estresado, con el tiempo encima, y de mal modo, a un despertar tierno, tranquilo y amoroso. Por más tarde que sea, con prisa, y con mil cosas que hacer por delante, podemos intentar todas las mañanas despertar a nuestros hijos con un gesto amable y así empezaremos nuestra rutina con una sonrisa, y nuestros hijos sintiendo todo nuestro amor que los envolverá por el resto del día y lo recordarán por siempre
El amor es desinteresado, empático, servicial, comprensivo, paciente, detallista, entregado, compasivo, sonriente, positivo… el amor es un regalo que la vida nos da y que nunca se acaba, amemos a nuestra familia, a nuestros amigos, a los conocidos pero también a los desconocidos, a los animales, a los árboles, a las flores, al cielo y al mar , amemos lo que nos rodea; digámosle a nuestros hijos cuánto los amamos con nuestras palabras, acciones y miradas… enseñemos a nuestros hijos a amar, y demos esa llave capaz de abrir todas las puertas, por pequeñas o grandes que éstas sean.