MÉXICO/Xinhua
Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México descubrieron un marcador de piedra del ancestral Juego de Pelota, el cual presenta un texto glífico maya completo rodeando a dos personajes ataviados como jugadores de pelota.
De acuerdo con un reporte difundido hoy lunes por el INAH, la pieza denominada «Disco de los Jugadores de Pelota», fue hallada durante los trabajos arqueológicos que se efectúan como parte del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas, en el estado mexicano de Yucatán (sureste). La relevancia del hallazgo radica en tratarse de un elemento escultórico que conserva su texto glífico completo.
Según declaraciones del arqueólogo Francisco Pérez Ruiz, el monumento funcionó como marcador de algún evento importante relacionado con el Juego de Pelota del conjunto arquitectónico Casa Colorada, una cancha más pequeña que el Gran Juego de Pelota de Chichén Itzá.
El investigador estima que este marcador debe corresponder al periodo Clásico Terminal o Posclásico Temprano, entre finales de los años 800 y principios de 900 d.C.
En tanto, la arqueóloga Lizbeth Beatriz Mendicuti Pérez dijo que la pieza se encontró en una posición invertida, a 58 centímetros de la superficie, lo que sugiere que formó parte del muro, y su posición final se debió al derrumbe de este.
En el marcador se ha identificado a dos personajes ataviados como jugadores de pelota, de pie, frente a una pelota.
Uno de los personajes porta un tocado de plumas y una banda que presenta un elemento en forma de flor, probablemente un lirio acuático.
A la altura del rostro se distingue una voluta, la cual puede interpretarse como aliento o voz.
El contrincante porta un tocado reconocido como turbante de serpiente, cuya representación se observa en múltiples ocasiones en Chichén Itzá.
En adición, la banda epigráfica se compone de 18 cartuchos con una fecha de cuenta corta 12 Eb 10 Cumku, la cual apunta al año 894 d.C., según el INAH.
El Juego de Pelota es característico de las sociedades mesoamericanas, el cual fue más un ritual ceremonial que un deporte y, probablemente, representó la recreación simbólica del mítico combate entre la noche y el día.
Además, especialistas habla de que durante esta práctica también existían las apuestas y se resolvían conflictos.