Desde que nos encontramos en el vientre materno estamos rodeados de estímulos que se encuentran en nuestro entorno y que favorecen nuestro desarrollo desde la concepción. En las últimas décadas se ha comprobado que es muy significativo todo aquello que la madre hace durante los nueve meses de su embarazo, ya que los bebés perciben, oyen, y sienten; ahora se habla de llamar al bebé por su nombre, de ponerle música, leer un cuento y hablarle tanto la madre como el padre para que exista una mayor conexión entre ellos. Dentro de las actividades que podemos realizar con nuestro bebé desde que estamos embarazadas es leerle cuentos. Esos momentos en los que decidimos dedicar un tiempo a descansar, a relajarnos, son un magnífico espacio para aprovechar y disfrutar de las pataditas y movimientos, mientras le contamos una historia hecha en rima, o un poema en verso. Leer en voz alta, es una oportunidad más para fortalecer el vínculo madre-hijo y que el bebé reconozca la voz de la persona que cuidará de él en cuanto nazca; además es una forma de demostrar el amor que sentimos hacia esa personita que todavía no conocemos. En el cuarto del bebé no pueden faltar la cuna, los artículos de cuidado de bebé, la ropita, los pañales, pero tampoco los cuentos y libros infantiles. Pongamos un lugarcito especial para la hora de lectura, una repisa, un librero al lado de la mecedora o sillón de lactancia, con una coqueta lámpara de pedestal que le de ese toque cálido a la habitación del bebé.
Por fin llega ese día deseado en el que cruzamos nuestra primer mirada con ese ser maravilloso llamado hij@, y descubrimos que tenemos una nueva misión: la responsabilidad de formar a ese nuevo ser humano con valores y guiarlo hacia lo más importante…su Felicidad. En los primeros meses de vida nos preocupamos por su alimentación, por el aumento de peso y de talla, sin embargo algo de lo que no nos debemos olvidar es el crecimiento afectivo y espiritual de nuestro pequeño. Durante el día podemos tener pequeñas actividades que estimulen su desarrollo a nivel afectivo, por ejemplo escuchar música juntos, arrullarlo y bailar con él en brazos, y leerle algún libro de nuestra preferencia. El desarrollo de nuestro bebé se compone de 5 capacidades: desarrollo físico, desarrollo cognitivo, desarrollo social, desarrollo emocional y desarrollo linguístico, y debemos buscar en todo momento un desarrollo integral con actividades que las favorezcan. Para los bebés es importante hacer actividades repetitivas, ya que el aprendizaje se da a partir de la repetición de estimulaciones sensoriales. Considerar la lectura desde muy temprana edad permite adquirir conocimientos y favorece habilidades abarcando todas las áreas de nuestro desarrollo.
Leyendo a nuestro bebé:
- Estimulamos a nivel FÍSICO el sentido del oído cuando el bebé escucha lo que leemos, el sentido de la vista con las ilustraciones que le mostramos y en ocasiones hay libros que tienen materiales con texturas que favorecen el sentido del tacto.
- El Desarrollo COGNITIVO, ya que el leer dos o más veces el mismo cuento favorece las conexiones neuronales y desarrolla habilidades intelectuales como la memoria, concentración, agilidad mental y aprendizaje.
- En cuanto al Desarrollo SOCIAL favorece el lazo entre mamá e hij@.
- En el Desarrollo EMOCIONAL, favorece el positivismo, y fortalece el autoestima.
- Y por último pero no menos importante, en el Desarrollo LINGUÍSTICO ayuda en el proceso de interiorización del lenguaje que se empieza a manifestar a partir de los 6 meses de edad con sonidos articulados en palabras monosílabas, a los 7 meses palabras de dos sílabas y aproximadamente a los 10 meses pronunciará su primer palabra con intención y significado.
Es importante resaltar que el ritmo de aprendizaje de cada niño es diferente y hay que respetarlo.
Aprovechemos cada minuto con nuestros hij@s ya que los bebés crecen a gran velocidad; de pronto pasan de ser criaturitas indefensas a pequeñ@s capaces de moverse por sus propios medios, niñ@s a los que hay que cuidar, educar y lo más importante amar.
