El análisis titulado “Coronavirus: La economía mundial en riesgo”, elaborado por la OCDE, también recortó su proyección de crecimiento para México en 2020 a 0.7 por ciento. Para ello, recomendó implementar políticas monetarias expansivas de manera en que abarate la contratación de deuda y esta se utilice para activar la economía, principalmente a través de inversiones públicas.
Por su parte, el BBVA-Bancomer, señaló que debido al Covid-19 revisaron a la baja su previsión de crecimiento a 4.5 por ciento. La institución menciona que la prioridad del Gobierno Federal debe ser apoyar el sistema de salud y en los trabajadores.
El investigador del IBD advierte que algunos factores que podrían incidir en el desempeño de la economía mexicana durante 2020, como son:
En el ámbito externo, el Buró de Análisis Económico de Estados Unidos, en su segunda estimación realizada en febrero, reporta un crecimiento anualizado del PIB estadounidense para el cuarto trimestre de 2019 en 2.1 por ciento, igual a la estimación para el tercer trimestre del año.
Esto como producto de las contribuciones positivas del consumo, gasto federal y estatal. En contraste, se estimaron contribuciones negativas de la inversión privada en inventarios y la inversión no residencial.
En el ámbito interno, refiere que el Banxico en su Informe trimestral octubre-diciembre, señaló algunos riesgos que atravesará la economía mexicana como: resistencia a la baja de la inflación subyacente, aumento del salario mínimo por encima de las ganancias en productividad, presiones externas a la moneda nacional, aumentos imprevistos en productos agropecuarios y, deterioro en las finanzas públicas.
Mientras que la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en la Economía del Sector Privado de febrero pasado, elaborada por Banxico, identificó riesgos para la economía mexicana relacionados con la siguiente problemática:
Problemas de inseguridad pública, incertidumbre sobre la situación económica interna, incertidumbre política interna, la corrupción, otros problemas de falta de estado de derecho; impunidad, menor producción petrolera; debilidad en el mercado interno y externo; en la política de gasto público, la ausencia de cambio estructural, y la política tributaria, finaliza el investigador del IBD, Mario Iván Domínguez Rivas.