Una buena parte del Antiguo Testamento habla de lo que va a ocurrir en el futuro. Y muchas de esas profecías presentan un reino prometido, en el que Jesús reina. Él también profetizó acerca de ese reino venidero.
La Biblia está llena de profecías que predicen eventos futuros, antes de que sucedan, pero, generalmente, no explican cuándo van a ocurrir los acontecimientos proféticos futuros, ni el orden exacto. Desde luego que podemos reconocer el bosquejo general del futuro en la Biblia y lo que acontecerá, pero no podemos estar seguros acerca de cuándo sucederán, ni la secuencia, a menos que la misma Biblia así lo indique claramente.
Y es que lo verdaderamente importante es esto: la profecía de la Biblia tiene el propósito fundamental de influir en el presente, es decir, la profecía tiene el propósito de hacer un efecto penetrante en tu vida, en tus valores, en tu fe, en tu esperanza y en tus acciones hoy. Es para que hoy suceda algo importante con tu vida terrenal.
Así que debemos mantener claro el propósito del texto profético. Es para causar un efecto hoy. La consumación final de la profecía es el futuro reino glorioso del Mesías, de Jesús, de Dios mismo. Ese reino va a llegar, sin duda. Jesús dijo: Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, con todos sus ángeles, se sentará en su trono glorioso. (Mateo 25:31).
El reino aún está por venir y hay un camino que hay que andar. Antes que nada, lo primero es reconocer a Jesús como tu Salvador. Después, Jesús da instrucciones precisas a seguir en el camino para llegar a Su Reino:
- Mantente firme en medio de las terribles circunstancias de maldad en el mundo.
Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará, pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo. (Mateo 24:12-13)
Cada día va a ser más difícil ser cristiano, cada vez serás más tentado, cada vez tendrás más ofrecimientos de perversión y distracción y la inmoralidad se incrementará. La presión ya es muy fuerte y lo será cada vez más, por eso, el amor por Dios y su obra de muchos se enfriará. Preferirán seguir la corriente del mundo y perderán lo más valioso.
Pero anímate, hay maravillosas cosas aún en esta situación, no estás solo, Jesús está contigo y el Espíritu Santo es poder contigo. Lo más importante es que hay un maravilloso futuro eterno por delante, preparado para ti por el amor de Dios.
- Mantente preparado.
Por eso también ustedes deben estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen. (Mateo 24:44)
Estar preparado es estar fuerte en la fe, lleno de la Palabra de Dios y del Espíritu Santo, cubierto con la armadura de Dios para que el ladrón, Satanás, no pueda penetrar en tu vida y destruirte. Y el día que nadie espere, Jesús vendrá por ti y estarás en su Reino.
- Mantente sirviendo en la obra de Dios.
Dichoso el siervo cuando su Señor, al regresar, lo encuentra cumpliendo con su deber. (Mateo 24:46).
Tú, como creyente, recibiste responsabilidades en la obra de tu Señor y es necesario que las cumplas fiel y puntualmente, sin cesar.
Mantenerte sirviendo al Señor significa participar activamente en la obra de Dios y dando frutos. La gran maravilla es que, si el Señor te encuentra sirviendo, no solo tendrás la vida eterna, sino también recompensas eternas inimaginables.
En resumen, lo que Dios prometió se va a cumplir, Jesús regresará y establecerá Su reino. Creo que todos queremos estar ahí más que cualquier otra cosa, mientras tanto, debes invertir tu vida en mantenerte firme en la fe, preparado y sirviendo al Señor.
Si lo haces, al final del camino, Jesús se acercará a ti, te tomará de la mano y te dirá con una gran sonrisa: Bien hecho, siervo bueno y fiel, ven, entra en el Reino de tu Señor.
Pastor Jorge Cupido
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