Cada mañana al despertar abrimos los ojos para empezar un nuevo día lleno de actividades, trabajos, y retos, cada día es una nueva oportunidad para ser mejores, cada hora es una nueva oportunidad de cambiar aquello que no nos convence del todo, cada minuto es una nueva oportunidad de quitarnos los obstáculos que nos impiden realizarnos como personas.
En el transcurso de nuestra vida las personas que nos rodean sean familiares, amigos, compañeros de trabajo, conocidos y desconocidos juegan un papel muy importante en el aprendizaje diario; se vuelven instrumentos que nos llevan a actuar y vencer en nosotros mismos actitudes en la convivencia diaria…encontrar un equilibrio que nos lleve a realizar buenas acciones es la base para sentirnos en armonía con nuestro entorno; esas buenas acciones que nos permiten ser más pacientes, ser más solidarios, ser más amables, ser más serviciales, ser más agradecidos, ser más compartidos, ser más amigables, ser más empáticos, ser más tolerantes. Cuando hacemos cosas por los demás también lo hacemos por nosotros mismos.
Enseñemos a nuestros hijos con el ejemplo a ser cada día mejores, pensando en el amor hacia los demás como motor de nuestro actuar, pensar y sentir.
