Esta interesante, ¿no crees? Muchas cosas te han pasado de diferentes temas: ¡que los accidentes, que las enfermedades, que las pérdidas, que las multas, que las impertinencias!, etc. Pasaste por eso y, te entristeces, te enojas, piensas en los culpables, en cómo debería haber sido… pero no te preguntas si aprendiste algo o no.
¡Lo digo por mí!Aunque estoy segura, de que tú y yo hemos pasado por algo similar.
Yo, por ejemplo, por primera vez, me estacione en el lugar de capacidades diferentes. De momento me sentí afortunada de tener un lugar para mi automóvil en el centro de la ciudad, no me di cuenta de que era un lugar especial. Oh sorpresa cuando regresé y mi auto, no estaba. Se me fue la sangre a los pies, se me pusieron helados. Ya me la robaron. ¡pensé. Le avise a mi esposo y claro, al reportarla, le advirtieron que estaba en el corralón.
Había que pagar una multa, luego el arrastre, luego la estancia de dos días (porque el mismo día no te la entregan). En total $7000.00
Me enoje conmigo misma ¡tanto! Que no se me acercaba nadie.
Lo que pasa es que, si no ves el pavimento, no te das cuenta de que hay un señalamiento pintado ahí, además de que yo no entendía que el señalamiento de sí E es de donde está puesto, hacia adelante. La segunda vez, la cifra que pagué fue menor, pero sin descuento porque esa y la multa de usar el teléfono móvil, no tienen descuento por pronto pago. Lo hacen así para que aprendamos. Por fin me quedó claro.
Si algo sucede hay que detenerse a pensar: ¿qué aprendí de esto?
Precisamente para avanzar en tu desarrollo y la cartera no se quede vacía, ni se vea afectada tu salud.
El aprendizaje es factible en cada cosa sobresaliente que nos saca de equilibrio. Yo, ya me lo pregunté, ya aprendí.
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