jueves, junio 8, 2023

Aprender a dar y saber recibir – Denisse Aubert García

Desde pequeños tenemos necesidades que nuestros padres o las personas que nos cuidan van cubriendo, y nos van dando lo que necesitamos como el  alimento, abrigo, y cariño;   nosotros  lo vamos recibiendo de forma automática sin hacer conciencia de esto.   Respondemos a ese recibir, con sonrisas y agradecimientos como  nuestra edad nos lo va permitiendo. Pero crecemos y se vuelve una costumbre recibir de los que nos rodean,  todo aquello que pueden darnos, sean cosas  tangibles, es decir todo aquello que podemos  tocar, ver,   oler  como alimentos, ropa, juguetes, objetos y cosas materiales,  o también actitudes que podemos sentir.   Todo lo recibimos…  pero pongámonos a pensar, ¿qué y cuánto damos? 

 Hay personas que solo saben recibir pero no saben dar,  y  hay muchos motivos en la vida para  tener detalles con los que están presentes, a los que queremos, a todas aquellas personas que  están a nuestro alrededor en cualquier situación.  

DAR: es una manifestación de afecto en la que dejamos de ser dueño de algo para que el otro lo haga propio.   Lo más común es dar en fechas específicas  como cumpleaños, días especiales, Navidad, etc. 

RECIBIR:  Es aceptar, admitir o aprobar algo que otra persona decide obsequiarme, desde cosas muy valiosas como una sonrisa, un abrazo o  un beso, hasta las más costosas (materialmente hablando) como regalos, joyas, etc..

Con respecto a la acción de  DAR, hay muchas personas que NO tienen el hábito o la buena costumbre de ser desprendidas de lo que tienen,  o de  ser detallistas con las personas que tienen cerca,  pero que por el contrario les encanta recibir. No son empáticas y viven  sin darse cuenta que también es importante brindarle a los demás esa sensación  de bienestar que todos sentimos cuando recibimos algo de alguien.  Dar conlleva quitar de nuestras acciones el egoísmo,  dejar  creer  que todo  es solo para nosotros, y que también hay otras personas que necesitan, merecen o pueden tener ciertas cosas.

Por otro lado también vemos personas que no saben RECIBIR  lo que los demás tiene para ellos, personas que se pasan de prudentes, o que no se creen capaces o dignos de aceptar  lo que otros quieren  ofrecerle.

Busquemos en la vida un equilibro entre dar y recibir, enseñemos a nuestros hijos a aceptar lo que la vida y los demás tiene para ellos, pero también a dar sin esperar recibir nada a cambio. Parece contradictorio, pero no lo es, las situaciones en las que damos y en las que recibimos se dan en diferente momento, es por eso que cuando donamos algo a alguien no necesariamente tiene que regresarnos algo de vuelta.

Enseñemos a nuestros hijos a  expresar  su amor,  su amistad y su interés poniendo  al alcance de los demás lo que necesitan o quieren; y también a recibir con humildad y un gran sentido de gratitud a los que con sus buenas intenciones les regalan algo, que simboliza cariño hacia ellos.

Más información
Relacionado

Continúan operativos en la Central de Abastos

Como parte del trabajo emprendido y en atención a...

CDMX, capital del mercado del arte moderno, según France 24

La Universidad de Monterrey basada en un artículo de...

AgaveSpa presenta su nuevo protector solar con tinte para proteger la piel de los rayos solares 

AgaveSpa marca cosmética de lujo 100% mexicana presenta su...

Generation México ofrece cursos a mujeres en Mérida para fortalecer sus habilidades digitales

Con la finalidad de que puedan desarrollarse en el...