El título está dedicado al Señor porque Él es el Dios más que suficiente para todo. El problema es que somos nosotros los que le ponemos límites, pero Dios quiere que le creamos que puede hacer grandes cosas, cosas poderosas, sobrenaturales e inimaginables.
Ninguna petición nuestra hará quebrar al cielo, es imposible, porque es la mina de tesoros más grande del universo, y es ilimitada. Jesús dijo: “Para el que cree, todo es posible.” (Marcos 9:23)
La Biblia dice que Dios puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir. Dios es bueno y es más que suficiente. Si tú se lo permitieras, Él te lo demostraría. Tú eres el único que puedes limitar a Dios en tu vida, así que es bueno que empieces a quitar esos límites.
Creo que entre los cristianos hay tres niveles: insuficiente, solo lo suficiente y más que suficiente. Dios no quiere que tú vivas por debajo del nivel que Él ha decretado, quiere que conozcas, entiendas, creas y disfrutes los beneficios que tienes en Cristo.
El rey David escribió: “Alaba, alma mía, al SEÑOR; alabe todo mi ser su santo nombre. Alaba, alma mía, al SEÑOR, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias; él rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y compasión; él colma de bienes tu vida y te rejuvenece como a las águilas.” (Salmos 103:1-5)
En estos versículos Dios te muestra quién es la fuente de tus beneficios y cuales son estos. Y aquí David, inspirado por el Espíritu Santo, nos da una gran enseñanza. Él sabía que tan fácil es caer en la tentación de dudar de Dios y entrar en la desesperación cuando enfrentamos circunstancias difíciles, porque él mismo lo hizo cuando enfrentó esas circunstancias, pero lo superó y nos da el secreto.
David le habla a su propia alma, es decir, a su mente, a su memoria, a su voluntad y a sus emociones. Le dice: espabílate alma, sé que has tenido algunos problemas, pero deja de enfocarte en ellos y enfócate en alabar a Dios y en recordar todos sus beneficios. Y para animar su fe, comenzó a enumerar los beneficios de Dios.
Así de sencillo. Tu mente es poderosa, tanto para bien como para mal, por eso debe estar enfocada y sometida a Dios, para que los resultados se den. Te tienes que enfocar en Dios y no en las circunstancias, porque tienes un Dios más que suficiente para derrotar a cada enemigo y a cada circunstancia que se presente. Sus beneficios son maravillosos e incomparables.
En los versículos que leímos se nos mencionan algunos, recordándote que estos vienen por la obra de Jesús y porque tu creíste en Él, es decir, vienen incluidos en el paquete. No son por tus merecimientos sino por la gracia de Dios.
El mundo busca saciarse por todos los medios, generalmente no lo logra y, cuando lo logra, es solo por breves espacios de tiempo y en reducidas áreas. Y es que solamente hay una fuente que puede saciar todo, todo el tiempo, y esa fuente es Dios.
Quién acude a Él es saciado de todo bien y recobra el gozo de vivir, el entusiasmo, la paz, la confianza y la satisfacción. Es rejuvenecido en su espíritu y fortalecido en su alma. Entonces puede cumplir su propósito en la vida con pasión y vive en plenitud.
Quiero invitarte y animarte a que muevas tu fe más allá de “insuficiente” y de “solo lo suficiente” para que llegues al nivel de “más que suficiente”. Tienes un Dios tan grande y bueno que Él es más que suficiente para suplir cualquier necesidad que tengas o llegues a tener, en cualquier área de tu vida. Nunca te fallará y nunca te abandonará. Todo lo que tienes que hacer es confiar en Él y ser obediente a lo que Él te diga que hagas.
Créele a Dios y anima a tu alma a que alabe al Señor y no olvide ninguno de sus beneficios.
Pastor Jorge Cupido
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