Verónica Barrera es una mujer, trabajadora incansable, amable, llena de empatía, madre cariñosa y preocupona, esposa solidaria y cómplice, siempre a la vanguardia y con sus defectos también.
Pero socialmente es más reconocida por su gran experiencia en el área administrativa y su participación en el crecimiento y funcionamiento de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (CANACINTRA).
Administradora por siempre
Con una licenciatura en Relaciones Internacionales, por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, desde su egreso tuvo la oportunidad de desarrollarse en el área administrativa, la de producción y de logística en el negocio de la familia, ubicado en Sabinas, Coahuila.
Y cuando se casó, en 1999, con Esaú Magallanes, los negocios no se detuvieron, entre ambos se han dedicado a la renta de maquinaria pesada y la fabricación de equipos a presión, e incursionado en otros negocios, en los que siempre se involucró en el área administrativa.
“Ser emprendedor es el eje central de mi alma mater, así que siempre con una visión de futuro buscamos el continuo crecimiento y movimiento de nuestra economía”

Junto a CANACINTRA
Asociada a la Cámara desde hace quince años, la Lic. Verónica ha participado en los concejos directivos, ha sido dirigente y formadora del Voluntariado de CANACINTRA Qro, que tiene la determinación aportar un granito de arena hacia diferentes causas e impulsar el sentido de responsabilidad social de las empresas que forman parte de la Cámara. Desde esa ramificación de la Cámara han tenido oportunidad de ayudar en diferentes ámbitos, cubriendo ciertas carencias con el Hospital General, haciendo donativos al IMSS, con casas de niños, con el Centro de Asistencia Social Carmelita Ballesteros y otras causas más.
Adicionalmente, hace unas semanas que Verónica empezó una nueva etapa junto a su esposo Esaú Magallanes, quien se posicionó como Presidente de CANACINTRA Querétaro. Y ella, como miembro, comenta que los beneficios de unirse a la Cámara involucra un abanico de oportunidades, en donde se podrá encontrar cómo comprar o vender productos, formar parte de una cadena productiva, y el impulso para ser socialmente responsables.

Poder ayudar
Verónica Barrera tiene la seguridad de que uno nunca termina de aprender pues, a cada paso que se da, se abre más el panorama, en especial cuando se involucra el tema de ayudar, uno se sumerge en un camino tan largo que parece interminable.
Es por esto que a ella le gusta trabajar con base en proyectos que tengan vinculación a lo que se están viviendo. Y adelantó que en abril plantearán una campaña para ayudar al sector infantil en torno a la salud. Continuamente están viendo puntos de oportunidad en el entorno, involucrando la participación de los asociados.
“No creo que llegue un punto en el que puedas decir “ya terminé”. Esto tiene un crecimiento imparable y, cuanto más ayudas, más carencias descubres”