Paul Ospital Carrera, actual dirigente del Partido Revolucionario Institucional, es una persona que sabe hacia dónde se dirige y con qué actitud lo va a lograr; que en ningún momento de su vida como servidor público ha sentido la necesidad de reclamar por los altibajos por los que ha pasado, sino todo lo contrario, busca sentirse agradecido por todo lo que tiene y ha logrado.
Convicción por el servicio
Paul comenta que, si la vida no lo hubiera dirigido a convertirse en un funcionario público, aún querría ser un servidor público, una distinción que él hace claramente, porque un funcionario sólo realiza su trabajo por un salario y el servidor es quien tiene vocación por ayudar al prójimo, aun si no existe una remuneración económica.
Incluso explica que la política, en sentido teórico, debería ser una de los actos más nobles del ser humano, porque significa entregar la vida para servir a los demás. Y si la política ha obtenido un sentido peyorativo, se ha debido a los malos políticos que han hecho mala política, algo que, espera, vaya desapareciendo.
Tomando decisiones
Se dio cuenta de su interés por las situaciones políticas cuando tenía 17 años, en un escenario muy curioso. Era un joven al que no le gustaba leer, pero el asunto de López Obrador contra Vicente Fox y el desafuero era un tema que le atraía tanto que siempre buscaba leer información al respecto; fue ese deseo de seguir informándose, de saber y conocer, aún en contra de sus gustos, lo que lo motivó a estudiar ciencias políticas.
Paul tiene en claro que la política trata sobre identificar un problema, conocerlo profundamente, dar alternativas de solución para resolverlo, discutir esas alternativas, tomar una decisión y, finalmente, aplicar esa solución; “es el ciclo de la política pública”. Y el número de problemas que puede resolver un político, y el número de personas al que puede ayudar, siempre está limitado al espacio que tiene asignado; es por ello que todos los políticos siguen aspirando a más y más, para que la población a la que puedan ayudar sea mayor.
Por otro lado, Paul Ospital decidió entrar a un partido político, porque descubrió que para ser político o un servidor público capaz de llegar a un número mayor de personas, hay que estar en un partido. Sin embargo, su llegada al PRI fue algo completamente circunstancial, no había nadie en su círculo familiar o de amigos que estuviera involucrado en asuntos políticos ni que lo invitara a participar; aprovechó que de niño asistió a clases de karate con el hijo del entonces Subsecretario de Finanzas del Comité Nacional del PRI, a quien le pidió audiencia y quien lo aceptó sólo porque, Paul cita, ya no había quien trajera copias ni sirviera café.
¿Por qué decidió quedarse en el PRI? Paul dice que lo visualiza como el conocer a una novia, con el tiempo uno o se termina enamorando más o se desilusiona. Ya dentro del partido tricolor, descubrió que éste no sólo se conforma de edificios e instituciones, sino de una organización, de ideales, metas y personas que, en su caso, encontró que muchas son verdaderamente valiosas y con gran vocación por el servicio público. Fue así que terminó enamorándose más de su partido.

Hay que trabajar
“Lo peor que puedes tener en un equipo son holgazanes o gente que pretexte”, como presidente estatal del partido, Paul siempre exigirá que su equipo se esfuerce al máximo para lograr todas las metas propuestas. Él siempre pide, y guía con el ejemplo, el trabajar arduamente, aprovechar las oportunidades al máximo, trabajar en equipo y que todos estén echados para adelante y con buena actitud. Ésta última es muy importante porque, a diferencia de muchas profesiones, depende mucho de las emociones y de la actitud que el partido irradie con el público. “Yo les pido mucho optimismo, mucha actitud, porque eso se contagia. Les pido siempre que trabajen mucho, pero siempre con buena actitud”.
Además, es un firme creyente de que, en la política y en la vida, se debe tener una estrella polar muy clara, es decir metas y objetivos definidos e inamovibles, de ese modo no importan las olas, vuelcos o arremetidas que dé la vida, se puede llegar a ese sueño con persistencia, congruencia, persistencia, mucho trabajo y perseverancia. Fue con ese ahínco, recuerda, que el PRI logró ganar en Querétaro en el 2009, aun cuando muchos ya empezaban a ponerle una lápida al partido.
Reflexionando
Para Paul, si alguien joven desea entrar al servicio público es porque o un dolor que quiere transformar, o tiene la inquietud por cambiar su entorno y convertirlo un mejor lugar para el futuro. “Si tienes algo que te lastima a tu alrededor, participas para cambiarlo” afirma. Y nos recuerda que esa participación, que puede transformar nuestro país, no existe sólo en los partidos políticos o cargos públicos, también es posible en organizaciones no gubernamentales o en fundaciones.
En su caso, nos cuenta que su deseo por un cambio tal vez naciera con la historia de su abuelo, por quien lleva su nombre, un francés que llegó a México después de la Segunda Guerra Mundial gracias a un amigo, que se convertiría en un socio de negocios. Pero su historia daría un vuelco, porque vivieron temas de extorsión y competencia injusta que, después de enfrentarse a esas situaciones, terminarían costando la vida de su socio y, posteriormente, la del negocio. Crecer con esa historia y saber que en el país hay miles así, pudo ser uno de los elementos que lo impulsaron a aspirar por un futuro y un México en que esas historias ya no sean realidades.
Pensando en el futuro, Paul sueña para sus hijos e, indudablemente, para todos los mexicanos, un país en que las personas puedan elegir qué estudiar, a quién amar, en qué creer y que tengan toda la libertad de decisión y que ésta sea respetada por los demás.
Salario Rosa
Paul nos platicó un poco sobre la propuesta ‘Salario Rosa’ que quieren traer al estado. Es una iniciativa que nace con Del Mazo en el Estado de México, y que, en su opinión, se ha vuelto una de las mejores políticas públicas de México, porque busca apoyar a un sector al que no se ha terminado de ayudar, el de las amas y madres de casa.
Recordemos que ser madre y ama de casa, es un trabajo del que no se descansa y para el que hay que estar disponible las 24 horas de los siete días de la semana, todos los meses del año, no hay vacaciones, ni bonus de horas extra por todas las actividades de limpieza, educación, cocina, enfermería y más actividades que se hacen diariamente. Además, con la pandemia no sólo se han intensificado sus actividades cotidianas, sino que ha dificultado un poco más todos sus quehaceres, así como también ha obligado a muchas madres a renunciar a sus empleos para poder estar con sus hijos en casa, y las empujado a aprender a ser ayudantes de las maestras y ser parte importante en la educación escolar de sus hijos.
Por estas situaciones es que van a pedir, para el próximo año, un presupuesto destinado a esa población que vive en situaciones de pobreza; según datos del INEGI, es una cifra cercana a 58 mil queretanas identificadas. Este mes de octubre ya arrancaron con la iniciativa de recolectar las 25,000 firmas necesarias para presentar esta iniciativa de ley, con la esperanza de que sea aprobada.