Nada se ama más que las historias de superación y resiliencia, personajes que nacen en el infortunio y poco a poco van emergiendo en el mundo, no solo consiguiendo la sobrevivencia básica si no consiguiendo trascender a través del tiempo la pasión y la energía que mueve a los protagonistas.
Año 1932, en el hospital psiquiátrico de St. Louis el medico suscribe en sus notas:
“Mujer, sufre psicosis crónica con ideas de grandeza, es pintora, los delirios han aumentado. Admitir” esta paciente es la maravillosa pintora francesa, autodidactica, visionaria y excéntrica Seraphine Louis, mujer que antecedió a Cezané y Picasso, pero que perdió el gusto por el arte perdiendo la razón.
Huérfana de padre y madre, se ganaba la vida planchando, encerando pisos, encerrada en su mundo, reza todos los días, se cobija en los arboles de la zona y se baña desnuda en el Rio Snauze, prende inciensos por las noches después de sus jornadas de trabajo crea escenas que parecen estar vivas, ella misma arma sus materiales, recorre distintos lugares siempre acompañada de una canasta y una sombrilla, se vale de cera de velas, barro, flores machacadas y sangre de animal. De esa forma trata de rendir tributo a esa vinculación sagrada que tiene con la naturaleza.
“Cuando estoy triste, abrazo a un árbol, eso me ayuda”
En la naturaleza anida su inspiración para crear atmósferas vivas, con colores cálidos, y que tal vez evocan seres microscópicos moviéndose de un lado a otro. Sin embargo, ella declara que su inspiración proviene de «arriba» y es «su ángel de la guarda» quien la impulsa a pintar. Es entonces juega con la divinidad y muestra a una protagonista ligada a las creencias, al mundo de la fe: ahí reside el punto de fuga para escapar de su realidad, para no recordar que ha sido olvidada por una sociedad elitista y llena de prejuicios. En ese sentido se contraponen la marginalidad con la burguesía que posterga a una Séraphine Louis que debe pintar en secreto de madrugada.
No tenía un círculo de amigos, en el pueblo era tratada como la tonta de la comunidad, la ven de forma extraña al ser tan introvertida y observar que todo el tiempo está rezando.
Después trabaja como criada con el mecenas alemán Wilhelm Uhde quien la descubre pintando y nace para él una corriente diferente, encuentra su obra tan colorida y mística, solo en esos momentos él le provee de todos los materiales para que ella no deje de pintar, estas fascinado por sus obras y los matices, promete vender su obra en Paris. La motiva sus primeras monedas que recibe de lo que pensaba ella eran basura, no solo el estímulo económico si no la sensación de que alguien la reconozca como persona y con una importancia artística, los ojos se le llenan de lágrimas al recibir esas monedas que representaban mejorar su vida.
Pinta su cuarto y compra alimentos deseados para ella, pan, mantequilla, mermelada, candelabros y telas.
En 1914 estalla la guerra, Wilhelm se va a Alemania y Seraphine desolada se queda en St. Louis, se recluye en su casa y cuelga un letrero en su puerta “No molestar, Seraphine está trabajando”, ese tiempo Seraphine trato de sobrevivir en un pueblo casi abandonado, donde incluso tuvo que comer basura y por poco muere de hambre.
La guerra termina y Wilhelm vuelve con Seraphine, la saca del anonimato y comienza a vender su obra exitosamente en Paris, sin embargo su personalidad ya está fragmentada, Seraphine es recluida en el hospital , deja de pintar, la venta de sus obras, logran mantenerla ligeramente cómoda pero con el tiempo los ingresos de las obras vendidas se agotan y en 1939 vuelve la guerra, el hospital se convierte en una prisión, el Mariscal Pentano es quien ordena reducir víveres y tratamientos para el mismo y el 11 de septiembre de 1942 muere Seraphine literalmente de hambre.
En su tumba pinta sobre una tabla:
“Aquí reposa Seraphine Louis, sin rival, esperando la resurrección”
Por: Esmeralda Neresis
Licenciada en Administración de Empresas, Pintora, Docente en Artes plásticas y Terapeuta enfocada en terapia familiar y prevención del suicidio
Contacto: Esmeralda.gaia@hotmail.com
