Amor, poderoso antídoto – Teresita Balderas Rico

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Si no vinimos a este mundo a dar y a recibir amor, ¿a qué vinimos?

El amor es una energía que mueve al mundo. Su ausencia desata injusticia, maldad, violencia. Cuando esto sucede, densos nubarrones oscurecen el velo celeste y una continua neblina nos acompaña en nuestro diario andar.

La palabra amor sólo tiene cuatro letras. Es una palabra corta, pero de gran alcance. Su pronunciación es suave, un tanto musical y, sin embargo, su fuerza es poderosa como la erupción de un volcán. Podríamos construir algunas frases de acuerdo a la perspectiva que tengamos de él.

Todos hemos hablado o vivido el amor. ¿Podemos definirlo? Es complejo hacerlo,  por lo que implica comprenderlo y vivirlo.

El amor puede ser tan frágil y suave como la gota del rocío en un dorado amanecer, es la ternura que llena el espacio ante la risa infantil.

Amor es asombrarse cuando la mariposa emerge de su capullo.

Amor es la fuerza y entrega ante el rescate de Elena.

Amar es la capacidad y fortaleza con que se ha dotado a la humanidad para vivir el transcurso de la vida.

El amor se concibe también como la explosión de emociones que mueven todas las fibras del ser. Cuando esto sucede, el humano se considera un ser único, pieza importante en el engranaje del universo, considerando que estamos hechos con los mismos elementos que existen en él.

¿Por qué, si el amor es una energía positiva que nos hace sentirnos en paz y armonía, no lo valoramos?

Algo nos está sucediendo. No dilucidamos acerca de los hechos a nivel mundial y los propios en México. En nuestro país existe violencia, corrupción e impunidad. ¿Qué hacer desde nuestro espacio y entorno para disminuir tanta agresividad?

Recurramos a la fortaleza que se desarrolla por medio del amor. Se puede convertir en la fuerza invencible que mueve a las masas.

Estamos iniciando una nueva era. Los cambios son constantes, pasan tan rápido que no logramos entender lo que sucede, no hay tiempo para dedicarlo a la reflexión. Las acciones de la vida cotidiana nos abruman, no permiten que se realice esta actividad. Son demasiados compromisos, poco tiempo se tiene para pensar más allá de lo que haremos mañana.

Pareciera que los descubrimientos científicos permitirían tener en lo general un mejor nivel de vida. La realdad es otra: no se ha logrado. Poca gente puede acceder a un mejor nivel de vida, sobre todo en los países pobres o nombrados emergentes como México. 

La República Mexicana tiene grandes riquezas: forestales, marítimas, minerales, fauna y flora con especies que solo existen en contados países, y sin embargo, la pobreza se extiende. Hay niños y adultos sin la oportunidad de progresar, viven en la ignorancia, la hambruna y escasa asistencia médica.

Recuerdo una frase del gran filósofo Aristóteles: “Los que saben son quienes debieran gobernar”. Sería lo ideal. Por amor a nuestra nación, a nuestra familia, hagamos desde nuestro espacio y tiempo, lo necesario para la educación de nuestra familia.

La era que inicia trae grandes retos en el desarrollo de la vida de los jóvenes. Es imprescindible desarrollarse en lo intelectual, social, emocional, en la creatividad. Prepararse para construir un sistema de vida que satisfaga sus necesidades en el tiempo y espacio que les corresponde vivir. Esta preparación evitará las frustraciones.

De acuerdo a la teoría del gran psicoanalista, filósofo y humanista Erich Fromm: “El desarrollo integral del hombre se manifiesta en todas sus facetas y potencialidades: sensoriales, emocionales, intelectuales, activas, productivas, creativas; el hombre llega a ser plenamente en espontaneidad y libertad”. 

Cierto es que todo humano tiene las potencialidades para progresar. Sin embargo, no todos se enteran de que las tienen. Si las descubren, en ocasiones no se cuenta con los elementos necesarios para desarrollarlas. Depende de las circunstancias dadas en cada individuo.

Alcanzar un mejor estatus de vida es complejo, mas no imposible. Cuando logramos desarrollar un proyecto, por sencillo que sea, nos sentimos felices, porque hemos descubierto que somos capaces de hacerlo; nace entonces la confianza en nosotros mismos. La seguridad emerge, la energía se expande el sujeto, tiene amor a lo que está emprendiendo.

Regresando a la teoría de Erich Fromm, expresa que el humano tiene cinco necesidades a satisfacer:

Necesidad de vínculo

Un marco de orientación

El poder orientarse a algo

De arraigo e identidad

De trascendencia.

Como seres gregarios que somos, desde la infancia hemos sentido la necesidad de hacer un vínculo con otros niños, los infantes solitarios sufren. La felicidad llega cuando son aceptados en el círculo de otros. Al hacerlo, regresan felices a casa, comparten con sus padres las experiencias vividas.

Los adolescentes tratan de orientar sus pasos. Los jóvenes y adultos buscan tener arraigo e identidad. Es importante pertenecer o ser parte de algo. Con las acciones emprendidas buscan trascender en el tiempo y espacio que les correspondió vivir.

La esperanza e ilusión con el que se emprenden los proyectos de vida activan la  energía del amor.

El amor es un fuerte antídoto ante la injusticia, la violencia y la apatía. 

Amor es…

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