Para comprender plenamente la obra consumada de Jesús, debemos ver el cuadro completo, tanto su sufrimiento y muerte en la cruz, como su resurrección. Combinados, cambian la historia, la vida y la eternidad. Jesús murió, fue sepultado y resucitó al tercer día. Esa obra completa es la más grande y gloriosa victoria, a favor de la humanidad.
La historia de Jesús es sobrenatural desde el principio hasta el fin. Su historia está llena de Dios, de participaciones de ángeles, demonios y de Satanás mismo, está llena de eventos milagrosos y de sanidades divinas. Todo ello demuestra quién es Él, pero el máximo evento sobrenatural llegó con su resurrección.
En cierto momento del domingo, en la madrugada, Jesús resucitó. Después hubo un violento terremoto causado por un ángel del Señor que descendió del cielo, quitó la piedra que cerraba el acceso al sepulcro y se sentó sobre ella. Su aspecto era tan espectacular, que los feroces y valientes soldados romanos se pusieron a temblar y se desmayaron del miedo.
Ese mismo domingo, más tarde, pero aún muy de mañana, cuando las mujeres fueron al sepulcro, encontraron la piedra removida y el sepulcro vacío. El ángel les dijo: ¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que vive? No está aquí; ¡ha resucitado! (Lucas 24:4-6).
La resurrección de Jesús es un hecho histórico comprobado. Después de resucitar fue visto por sus discípulos y por más de 500 personas en diferentes ocasiones y ninguno de los testigos directos fue nunca refutado.
La resurrección de Jesús testifica del inmenso poder de Dios. Sólo Él, quien creó la vida, puede resucitar después de la muerte.
La resurrección de Jesús también valida quién Jesús afirmó ser, es decir, Dios mismo, el Mesías Salvador del mundo. Es sobre la base de la resurrección de Cristo que la Biblia afirma que es perdonado y salvado del castigo eterno todo aquel que cree en Él.
Jesús dijo: «Yo soy la resurrección y la vida«, y en esa declaración afirmó ser la fuente de ambas. No hay resurrección ni vida eternafuera de Cristo.
El apóstol Pablo escribió: “Lo cierto es que Cristo ha sido levantado de entre los muertos, como primicias de los que murieron ” (1ª Corintios 15:20). En otras palabras, Jesús abrió el camino en la vida después de la muerte. La resurrección de Jesucristo es importante como testimonio de la resurrección futura de los creyentes en Él. A diferencia de otras religiones, el cristianismo posee un Fundador que trasciende la muerte y promete que Sus seguidores harán lo mismo. Todas las demás religiones fueron fundadas por hombres o profetas cuyo fin fue la tumba. Pero la tumba no pudo retener a Jesús, Él vive, está activo y regresará por los suyos.
Pastor Jorge Cupido
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