MÉXICO/Xinhua
México llegará a un acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos en torno a las negociaciones sobre los aranceles que se buscan para el sector automotriz, confió hoy lunes el presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Rogelio Garza.
En rueda de prensa, Garza reconoció que las políticas iniciales del presidente estadounidense, Donald Trump, han sido muy volátiles, con amenazas arancelarias que después desestima en varios sectores, incluido el automotriz. «Nosotros confiamos, como lo hemos visto hasta ahorita, en que lleguemos a una negociación con la cual la región Norteamérica, México, Canadá y Estados Unidos, podamos seguir transitando bajo los acuerdos que tenemos y bajo la dinámica de libre comercio que hemos venido manejando en los últimos años», explicó el representante de la AMIA.
Detalló que la organización mexicana trabaja con sus pares en Canadá y Estados Unidos con miras a exentar a la industria de la imposición de posibles tarifas comerciales. Garza recordó que la industria automotriz en Norteamérica está altamente relacionada y es muy interdependiente. En tanto, el presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Guillermo Rosales, confió en ese sentido en que las negociaciones con Estados Unidos llevarán incluso a un mejor acuerdo comercial, tras el crecimiento que ha mostrado el sector automotor, especialmente, en las tres últimas décadas.
«Confiamos en que será una etapa exitosa en la que tendremos un mejor tratado y, con ello, podamos mantener los beneficios que la industria automotriz ha derivado para nuestro país, pero también para los Estados Unidos», remarcó. El pasado 5 de marzo, el mandatario estadounidense, quien asumió un segundo presidencial el 20 de enero anterior, concedió un aplazamiento de 30 días a los aranceles sobre las importaciones automotrices, un impulsor de la actividad industrial mexicana.
Trump ha amenazado con imponer tarifas comerciales hasta del 25 por ciento a todas las importaciones de sus socios Canadá y México, bajo argumentos de que estas naciones no han hecho lo suficiente por contener el tráfico de estupefacientes y la migración en sus fronteras.